lunes, 25 de octubre de 2010

Crónica de una adjudicación anunciada


La última de Torró. Digo la última porqué me temo que vamos a tener muchas más “anécdotas” de aquí a que abandone la política una vez que los ciudadanos de Gandia le vuelvan a decir NO a Torro.

Si a alguien le quedaba alguna duda de cómo compagina negocio y política Arturo Torró que se quite la venda de los ojos. La Generalitat ya le ha adjudicado a Torró su tele en Gandia. Es la crónica de una adjudicación anunciada.

La Generalitat Valenciana ya le ha dado al portavoz del PP en Gandia licencia para su tele, mientras Gandia TV –la pública, la de todos- sigue esperando que la administración autonómica haga su trabajo y regularice su situación. ¿Por qué? El lector sacará sus conclusiones rápidamente.

Algunos antecedentes nos ponen sobre la mesa todo un proceso que no huele otra cosa que a podrido. Observamos con incredulidad como, en la Generalitat a pesar del Gürtel, siguen en sus trece.

Tele 7 Gandia ya anunciaba antes de que se le adjudicara la licencia de emisión en TDT que próximamente emitirían través de este canal digital. ¿Quién, de la Generalitat, le dio a la tele de Torró la seguridad de que sería la adjudicataria antes de que se resolviera el concurso?. Pero no sólo eso: Tele 7 Gandia adquiere toda la tecnología y el aparataje necesario para poder emitir en digital. ¡Qué seguros estaban de que iban a tener licencia!. ¿Qué hubiera pasado si no se la conceden con esa cuantiosa inversión?. Repito: ¿quien le da la seguridad a la Tele de Torró? ¿Quién le dice: no te preocupes que esto está claro?. Huele a podrido y a Gürtel, no me dirán que no.

Y claro, la anunciada adjudicación de una licencia para la tele del portavoz del PP ya se ha producido.

Mientras esperaban la consumación de la promesa, aprovecharon para probar los aparatos boicoteando la señal de Gandia TV. “Si la emisión en TDT no es mía, no es de nadie”, debió pensar Torró. Pero alguien debió advertirles del lío en que se estaban metiendo, y les tranquilizó: “tranquilos que pronto os lo arreglamos”, y ya está.

¿Compró Torró Tele 7 Gandia a Ulibarri –uno de los implicados en el caso Gürtel- con la promesa de que le concederían una licencia en TDT? ¿ Que papel juega Torró –investigado por la justicia por presuntos pagos en dinero negro dentro de la trama de corrupción- en el caso Gurtel? ¿Y en la compra de Tele 7?.

La verdad es que así es fácil ser empresario, optando a adjudicaciones en la que de antemano te dan la seguridad de que tu inversión se verá garantizada. Tristemente asistimos al blanqueo de una ilegalidad, a otra más de Torró que huele mal, muy mal.

domingo, 1 de agosto de 2010

El Consell afronta graves dificultades para pagar los gastos corrientes.

(interesante artículo que publica EL PAÍS elaborado por ADOLF BELTRAN, JAIME PRATS Y LYDIA GARRIDO, y que reproduzco literal).

El gobierno de Camps, atenazado por la deuda y la falta de liquidez
EL PAÍS - Valencia - 01/08/2010


La alarma cundió en la sede oficial. El pasado día 20, funcionarios de los servicios centrales de la Consejería de Sanidad recibieron a primera hora de la mañana el aviso de que hicieran copias de seguridad de la tarea que estaban realizando con el ordenador y que lo apagaran. También aparecieron carteles en los ascensores que recomendaban que se usaran las escaleras. Rápidamente, corrió el rumor entre los trabajadores de que Iberdrola iba a cortar la luz por impago. El corte no se produjo y la calma volvió al edificio de siete plantas que aloja, muy cerca del estadio de Mestalla, al consejero, Manuel Cervera, y sus directores generales. Fuentes de la consejería admitieron que ese mismo día hubo una reunión con representantes de la compañía eléctrica.

Dos estaciones de FGV en Benidorm sufrieron cortes de luz por impago.

Una semana antes, el 12 de julio, Iberdrola cortó el suministro a las estaciones de tranvía de Terra Mítica y Benidorm, de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV). Según el diputado socialista Francesc Signes, esa empresa acumula deudas de 1.130 millones de euros a proveedores, algo que no es fácil de comprobar porque la opacidad en el funcionamiento de esas empresas es notable.

También la semana pasada un operario de una compañía eléctrica se presentó en los juzgados de Llíria con la orden de cortar el suministro. Hubo sofocos, carreras, lamentos, incredulidad y llamadas a la dirección general de Justicia. Finalmente, la consejería, que debe, según los sindicatos, más de un año de facturas de servicios básicos, logró un aplazamiento y los juzgados, de momento, tienen luz.

Los problemas de liquidez de la Generalitat se han instalado en la agenda diaria. Así, 160 trabajadores temporales del Instituto Valenciano del Discapacitado (Ivadis), dependiente de la Consejería de Bienestar Social, no habían cobrado la nómina de junio ni la paga extra. El problema se resolvió después de hacer pública la denuncia, aunque UGT indicó que, además de los trabajadores, a la empresa que se ocupa del catering en el Ivadis se le llegó a adeudar un millón de euros. El día 23 fue el turno de Ràdio Televisió Valenciana. La última hornada de 70 becarios que entraron hace casi dos meses aún no habían cobrado los 1.000 euros del mes de junio, según denunció CC OO.

Las tensiones financieras de la Generalitat no son ningún secreto -esta misma semana, la publicación de la cuenta general ha revelado que cerró 2009 con un déficit de tesorería de 1.500 millones de euros y más de 2.133 millones pendientes de pago- y afectan a todos los departamentos, aunque quienes pagan el pato son los proveedores, los contratistas, los usuarios y los servicios públicos en general. Los proveedores sufren retrasos de hasta dos años para cobrar de la Administración autonómica, como ha denunciado hace poco la diputada socialista Cristina Moreno. Los contratistas se han quejado en más de una ocasión. A finales de 2009, los promotores reclamaban cerca de 1.000 millones por certificaciones de obra pública. Entre los usuarios, destaca el caso de los padres de alumnos, que tuvieron que hacerse cargo a principio de curso del pago de los gastos de comedor escolar para que después la consejería modificara el régimen de funcionamiento.La valenciana es una de las administraciones más endeudadas de España. La más endeudada en términos porcentuales respecto al PIB (un 15,1%), y la segunda en cifras absolutas, con 15.356 millones de euros, según el Banco de España. Si el cálculo se hace a partir de los datos de la cuenta general, el retrato es todavía más negro, ya que la Generalitat Valenciana tiene gastos comprometidos que rondan los 30.000 millones de euros.

El gobierno de Francisco Camps y el PP valenciano aprobaron unos presupuestos autonómicos para 2010 de 14.393 millones de euros que, por primera vez, eran superados por la deuda autonómica. El PP presumió de presupuestos sociales con recorte de impuestos, pero se preocupó también de establecer, en la Ley de Acompañamiento, la caja única para poder hacer frente a los problemas de tesorería que venía arrastrando. Sonado fue el caso de los abogados de oficio, que llegaron a hacer manifestaciones para conseguir que la Generalitat les pagara. Las universidades valencianas, que se ven obligadas a recurrir a préstamos para hacer frente a las nóminas, vieron cómo la Consejería de Educación les pagaba los retrasos in extremis el pasado mes de enero. A lo largo de estos últimos meses, la opinión pública ha asistido atónita a la protesta de las sociedades musicales, que no han dudado en sacar a las bandas de música a la calle para protestar por los recortes del 35% en las aportaciones que recibían del Consell.

La Consejería de Sanidad es un ejemplo de los problemas del Gobierno de Camps para hacer frente a los gastos corrientes. Según los cálculos de la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin), que agrupa a medio millar de compañías, la Generalitat tarda en pagar a las empresas que le sirven productos una media de 402 días, muy por encima de la media estatal de 276. Pero, además de pagar tarde, debe mucho más dinero que el resto de las autonomías. Sólo tiene por delante a Andalucía. Muchas empresas han acudido a los tribunales para reclamar a la Administración que liquidara su deuda. Entre los años 2006 y 2009, Sanidad sumó 576 condenas por no haber pagado 193.614 facturas. La cifra total adeudada y que ha tenido que pagar por sentencia firme ascendió en este periodo a 424,8 millones de euros, a los que hay que sumar otros 51,9 en intereses de demora, lo que representa 476,7 millones. Esta cantidad es superior al coste del megahospital de 1.000 habitaciones individuales que la Generalitat ha construido en el barrio de Malilla de Valencia y que tomará el testigo a partir del mes de octubre a la antigua ciudad sanitaria La Fe. Un megahospital que tiene problemas también con el concurso de mobiliario porque no es fácil encontrar a alguien que quiera asumir el coste de un contrato tan grande sin saber cuándo va a cobrar.

Buena parte de estos problemas tienen que ver con el déficit endémico en Sanidad, especialmente grave en la Comunidad Valenciana. Un informe de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada presentado a finales del año pasado reflejó que la Generalitat fue la responsable entre los años 2003 y 2007 del 25% de toda la deuda estatal del área sanitaria. Los números rojos acumulados por la Administración valenciana durante este periodo (el más reciente del que se dispone de datos) alcanzaban los 2.764 millones de euros frente a la suma de los distintos déficits autonómicos, que ascendió a 10.843 millones. El estudio mostró cómo la Generalitat había incurrido en un exceso de gasto del 13% respecto a sus presupuestos, el doble de la media española. Las denominadas facturas en el cajón ascendían, según la Sindicatura de Comptes, a 846 millones hasta 2004.

Otra de las parcelas en la que la falta de liquidez persigue a los gestores es la relativa a los servicios sociales. El hecho de que la financiación de la Ley de Dependencia sea compartida por las autonomías y el Gobierno se ha traducido en una ralentización de su puesta en marcha en la Comunidad Valenciana para no tensar más el delicado estado de las cuentas públicas. Distintos indicadores refuerzan esta tesis. La Comunidad Valenciana ha estado siempre por debajo de la media estatal en la tramitación de las solicitudes de este tipo de ayudas. Pero, además, es de las que más tarda en proporcionar las prestaciones una vez reconocido el derecho de las personas a percibirlas. Según los últimos datos del Ministerio de Sanidad y Política Social, mientras ya hay reconocidas 76.828 personas con derecho a recibir ayudas de la Dependencia, solo las perciben de forma efectiva 46.094. Las 30.734 restantes llevan entre tres y seis meses esperando que la Generalitat pague su prestación por cuidados familiares, la ayuda a domicilio o el servicio al que tienen derecho.

Otro ejemplo es el de las subvenciones a asociaciones de salud mental, unas entidades que gestionan buena parte de la atención a estas personas a través de casas tuteladas, centros de rehabilitación, centros de día o de capacitación laboral. Como apunta el presidente de la Federación de Asociaciones de Familiares y Personas con Enfermedad Mental, Julián Marcelo, nunca se había tardado tanto en pagar las ayudas (básicamente nóminas del personal y otros gastos de funcionamiento). El grueso de las ayudas correspondientes a 2009 no se liquidó hasta el mes de junio en muchas de las entidades, lo que las puso al borde de la desaparición.

El área de educación tampoco se ha salvado. Los tres sindicatos mayoritarios de la enseñanza pública (STEPV, CC OO y UGT) han amenazado con una denuncia ante la Fiscalía si el Consell ejecuta su amenaza de recortar los presupuestos en unos 75 millones de euros. Los recortes afectarán, entre otros, a los profesores de apoyo y de refuerzo y a los de formación profesional. La masificación en las aulas alcanzará los 35 alumnos por clase, debido a la negativa de la consejería a enviar más profesores y crear dos grupos por cada clase con un exceso de alumnos.

La falta de dinero es evidente. El mantenimiento de las sedes judiciales, por ejemplo, es mínimo. En la Ciudad de la Justicia de Valencia, no se arreglan averías en los baños, no se reponen pestillos, pasan semanas hasta que un fluorescente o una bombilla que no funcionan son cambiados, los juzgados y la Fiscalía han pasado más de un mes sin reposición de folios, porque el proveedor lleva más de un año de facturas sin cobrar... Los sindicatos denuncian que la Consejería de Justicia deja sin pagar a un proveedor y convoca concurso para ese mismo servicio al que se presenta un proveedor distinto con el que empieza a contraer otra deuda. Se extrañan de que los juzgados no estén llenos de reclamaciones no sólo por el pago pendiente sino por la "estafa" que supone contratar a sabiendo que no vas a poder pagar en el plazo acordado.

Lo más grave y visible es la reducción del personal interino, que desde hace algo más de un año se ha reducido en un 40%, según fuentes sindicales. La mayoría de los servicios (como los refuerzos en los juzgados de Violencia, en los juzgados de Ejecutorias, en los de Mercantil o en la propia Fiscalía) se renovaban cada seis meses. Ahora, se renuevan cada cuatro, dejando dos meses sin cubrir. Ello significa que los juzgados no pueden disponer de los recursos mínimos para funcionar. Hace unos días el decano de los jueces de Valencia, Pedro Viguer, se quejó públicamente de la situación.

Pero hay otras asistencias que la consejería de Justicia se retrasa en pagar: el turno de oficio, cuyo importe asciende a una veintena de millones de euros anuales, es una de ellas. Ante el coste que supone, la consejería se propone introducir modificaciones que reduzcan el universo con derecho a asistencia gratuita, mientras el Colegio de Abogados se prepara para una nueva reclamación por impago.

domingo, 9 de mayo de 2010

UN MUNDO MEJOR. (Hoy, día de Europa)


Transformar, avanzar, cambiar las cosas, progresar, verbos que conjugamos desde la inquietud humana por conseguir un mundo mejor. Aunque no me considero muy amigo de las utopías, no dejo de reconocer que estas también son un estímulo para llegar a conseguir los cambios deseados. Pero no es menos cierto, que sólo el ser humano inquieto, crítico y aventurero es capaz de soñar nuevas posibilidades y mundos diferentes.

Noam Chomsky, afirma que: “Si asumes que no existe esperanza, entonces garantizas que no habrá esperanza. Si asumes que existe un instinto hacia la libertad, entonces existen oportunidades de cambiar las cosas”.

Pero el día a día, generador de ansiedad y de stress, acaba relegando ciertas prioridades por cuestiones siempre más urgentes. Lamentablemente esto nos aleja de la realidad, que no es otra que seguir manteniendo las prioridades de lo necesario frente a lo urgente.

Actualmente los ciudadanos, atormentados por la crisis que nos rodea, no encuentran y no esperan que la solución provenga de la clase política. Existe una gran desconfianza ciudadana en la política, a veces más que merecida, y esto también nos aleja a todos del objetivo por conseguir un mundo mejor. Aquí es donde se garantiza, inconscientemente o involuntariamente, que no habrá esperanza.

Yo sigo confiando en la capacidad de la inquietud humana, que desde lo local y lo global, sigue intentando cambiar las cosas. Inquietud por conseguir un mundo mejor. Por eso y como dice Chomsky la existencia de un instinto hacia la libertad. Cada día, al despertar, deberíamos hacer ese pequeño-gran esfuerzo individual y crítico por conseguir no alejarnos de la realidad. Para no alejarnos de lo verdaderamente importante y necesario. Para poder conjugar los verbos progresar, avanzar, transformar y cambiar, por conseguir ese, a veces soñado, mundo mejor.

Por último, quiero recordar la afirmación de José Saramago: “Si el mundo alguna vez consigue ser mejor, solo habrá sido por nosotros y con nosotros”.

miércoles, 3 de marzo de 2010

Primero Torró, después Gandia.


Arturo Torró puede que haya llegado a pensar que nunca se sabría que él ha sido quien ha parado las ayudas de Simancas. Incluso puede que haya creído que nadie le relacionará con la estrategia de pedir una comisión de investigación por el proyecto de Simancas.

Gandia –hay que decirlo claro- no ha conseguido 6 millones de euros gracias a Arturo Torro. A él no le interesa que el Gobierno de la ciudad y los vecinos de Simancas puedan contar con esta importante inyección económica del Ministerio de la Vivienda y de la Generalitat Valenciana. El pasado lunes 22 de febrero Fernando Mut explicaba en Radio Gandia el posible acuerdo con la Generalitat. Tras oírlo, a Arturo Torró, le faltó tiempo para desplegar todo su arsenal de ira y llamó indignado a la Generalitat. “¡Vosotros de que vais! , si les dais 6 millones de euros al Orengo para hacer Simancas, ¿cómo voy a ganar las próximas elecciones?”. Toda una semana intentando que la Conselleria de Vivienda no accediera a darle a Gandia lo que estaba acordado. Si, acordado por todas las partes, ¡meses antes!.

Así, durante la última semana hemos asistido a un lamentable espectáculo político. Las personas, a veces, cometemos errores de magnitud incalculable. Podemos llegar a desear, por intereses inconfesables, que ocurran las peores cosas, incluso pensar -sólo en beneficio propio- que cuanto peor le vaya a mi adversario, mejor.

Pero no se puede, o mejor dicho, no se debe pensar que todo el mundo es ciego, mudo y sordo frente a los atropellos de una ansiedad individual sin límites. Mentir, manipular y estafar son verbos que conllevan siempre algún tipo de condena. Creer que toda una ciudad es tonta no está exento de un importante riesgo. Es muy difícil burlarse de de los ciudadanos de Gandia… y sinó, al tiempo señor Torró.

sábado, 2 de enero de 2010

2010. El mundo no tiene orejas para escuchar semejante estampido.


Siempre deseamos suerte y salud al iniciar un nuevo año. Yo no voy a ser menos y también lo haré. Empezamos un año cargado de ilusiones, proyectos y con ganas de afrontar los retos y las dificultades que ya existen y las que se presentarán nuevas. Confío y deseo que entre todos seamos capaces de afrontarlas y de disfrutarlas.

En Gandia, hemos empezado el año bien. Lo empezamos bajo la conmemoración del V Centenario del nacimiento de Francisco de Borja – Duque y Santo-. Ayer, sin ir más lejos, empezaba el año Borja con un concierto de Llorens Barber. Un concierto poco convencional y cargado de sonidos experimentales que surgían de diferentes puntos de la ciudad. Con el título “El mundo no tiene orejas para escuchar semejante estampido”, título que responde a la frase que Ignacio de Loyola le dijo a Francisco de Borja cuando se enteró de su decisión de abandonar la vida de noble para dedicarse a la vida espiritual, empezamos el año. En el centro, se ubicaban los espectadores y tanto desde las campanas de la Colegiata y del Raval, así como de ambos lados del río Serpis y de las azoteas más próximas al río y al Palau Ducal, se emitían diferentes sonidos. Participaron más de 200 músicos y fue un espectáculo novedoso y curioso.

Feliz año a todos y a todas.