miércoles, 3 de marzo de 2010

Primero Torró, después Gandia.


Arturo Torró puede que haya llegado a pensar que nunca se sabría que él ha sido quien ha parado las ayudas de Simancas. Incluso puede que haya creído que nadie le relacionará con la estrategia de pedir una comisión de investigación por el proyecto de Simancas.

Gandia –hay que decirlo claro- no ha conseguido 6 millones de euros gracias a Arturo Torro. A él no le interesa que el Gobierno de la ciudad y los vecinos de Simancas puedan contar con esta importante inyección económica del Ministerio de la Vivienda y de la Generalitat Valenciana. El pasado lunes 22 de febrero Fernando Mut explicaba en Radio Gandia el posible acuerdo con la Generalitat. Tras oírlo, a Arturo Torró, le faltó tiempo para desplegar todo su arsenal de ira y llamó indignado a la Generalitat. “¡Vosotros de que vais! , si les dais 6 millones de euros al Orengo para hacer Simancas, ¿cómo voy a ganar las próximas elecciones?”. Toda una semana intentando que la Conselleria de Vivienda no accediera a darle a Gandia lo que estaba acordado. Si, acordado por todas las partes, ¡meses antes!.

Así, durante la última semana hemos asistido a un lamentable espectáculo político. Las personas, a veces, cometemos errores de magnitud incalculable. Podemos llegar a desear, por intereses inconfesables, que ocurran las peores cosas, incluso pensar -sólo en beneficio propio- que cuanto peor le vaya a mi adversario, mejor.

Pero no se puede, o mejor dicho, no se debe pensar que todo el mundo es ciego, mudo y sordo frente a los atropellos de una ansiedad individual sin límites. Mentir, manipular y estafar son verbos que conllevan siempre algún tipo de condena. Creer que toda una ciudad es tonta no está exento de un importante riesgo. Es muy difícil burlarse de de los ciudadanos de Gandia… y sinó, al tiempo señor Torró.