miércoles, 23 de septiembre de 2009

El PP de Torró ( 2ª )


Arturo Torro tiene la estrategia política inconfesable de hacer creer a los vecinos de que todo va mal en Gandia, para ver si así él gana algo, el Gobierno de la ciudad sigue con sus políticas activas contra la crisis y estratégicas para el futuro de todos: mayor inversión pública generadora de empleo y riqueza; nuevas y más potentes políticas sociales acordes con la situación por la que atraviesan nuestros vecinos y, por último, aprovechar las oportunidades estratégicas y modernizadoras que sigan posicionando a Gandia como una de las mejores ciudades de Europa.

Es por este motivo por el que el Gobierno municipal tiene actualmente sobre la mesa importantes proyectos y propuestas que han de contribuir a dar un nuevo impulso de la ciudad. Como por ejemplo, un Palacio de Congresos en el muelle norte del puerto de Gandia que tiene la firma de Renzo Piano, uno de los arquitectos con mayor prestigio mundial. La idea –que los ciudadanos pueden contemplar en Fomento hasta mediados del mes de octubre- no es un capricho del Gobierno como lo quiere hacer ver Torró sino, más bien al contrario, constituye otra oportunidad para dotar a Gandia, a su Puerto y nuestro turismo de un valor añadido, de una referencia más, que ha contribuir a que más gente escoja Gandia frente a otros destinos turísticos. Esta inversión, que se proyecta en el Puerto de Gandia, que es un domino público del Estado y que han de a realizarla las administraciones públicas junto con la iniciativa privada, generará al menos 1.500 puestos de trabajo entre directos e indirectos; es decir, dará empleo y riqueza a nuestra ciudad.

Resulta pues incomprensible que el PP de Torró le diera la espalda el jueves pasado no sólo a este proyecto sino, lo que es peor, a la sociedad civil de Gandia que acudió a la invitación. Allí se reunieron cientos de gandienses y, además, el director del Puerto, los presidentes de la Federación de Fallas y de la Junta Mayor de Hermandades de la Semana Santa; el nuevo presidente del Club Naútico y miembros de su Junta Directiva; empresarios de la hostelería y de la restauración; representantes vecinales, de diversas asociaciones de empresarios…Mientras la sociedad civil contemplaba una oportunidad importante para Gandia, Torró hacía mutis por el foro. ¿Y qué propone ahora el portavoz del PP en contraposición al Palau de Congresos del Grau?: pues reconvertir los cines de un magnífico hotel en un centro de reuniones; esto es, una “parida” como los túneles que propone Torro para atravesar la Nazaret-Oliva, en lugar de unos simples pasos de cebra con semáforos, que es lo que necesita esta vía.

La modernización de Gandia también pasa por la construcción, junto a la Generalitat, del tranvía que una nuestra ciudad con el Grau, el Palau de Congressos, la Universidad y la primera línea de nuestra playa. El tranvía, de acuerdo con la experiencia de las ciudades que ya lo tienen, tiene un enorme beneficio social y, además, se convierte en un motor de dinamización económica: será bueno para revitalizar la playa en invierno y el centro histórico y comercial en verano. Y ante eso el PP de Torró también se ha posicionado en contra, no sea que le salga bien a este gobierno, que se beneficie la ciudad y luego acabe perjudicando sus pretensiones electorales.

“Arturo antes que Gandia”: ésa es la esencia que esconde la acción política del PP de Torró. Y la manifiesta desarrollando una oposición destructiva, de descalificaciones personales, donde sólo existe espacio para la crítica que no sólo no aporta nada a la ciudad, sino que intenta pararla. Torró, que no se ruboriza en reconocerlo en privado, deambula por las conselleries del PP en Valencia intentando parar el progreso de Gandia. Eso es lo que hace y a lo que se dedica, en cuerpo y alma, el PP de Torró.

lunes, 21 de septiembre de 2009

El PP de Torró (1)


Arturo Torró, el aún portavoz del PP de Gandia, está inmerso en una perversa estrategia política que se resume en la siguiente máxima: cuanto pero le vaya a Gandia, mejor para sus oscuros intereses personales. En esto se resume su ideario político y su acción de oposición.

Los populares lanzan mensajes como: “la ciudad es un caos por las obras” y “tanta obra no vale para nada”…porque, en el fondo, nada les importa que con cada una de ellas se creen puestos de trabajo, o que las obras ayuden a mejorar y a impulsar la actividad económica de las numerosas empresas locales a las que se les han adjudicado los contratos, o el efecto de revaloración que se produce en cada uno de los inmuebles de Gandia cuando se mejoran las calles, el espacio público. Al PP sólo le importa sembrar un clima de desánimo y de desconfianza entre los ciudadanos.

Hay un ejemplo muy claro del fariseísmo y del intento del PP por paralizar los grandes proyectos que mejoran la ciudad. Cuando el pasado mes de febrero, el Gobierno municipal acordó iniciar –con el consenso de vecinos, comerciantes, falleros y la Junta de Hermandades de la Semana Santa- la renovación urbana de la Vila Nova, la calle Jaume Torres, 9 d’Octubre y de la calle Colón (con una inversión de 4,3 millones de euros), Torró se manifestó en contra y afirmó que él no las haría por la crisis, el comercio, el tráfico, las procesiones… Entonces todo eran argumentos para intentar retrasar la necesaria remodelación de unos de los más importantes ejes comerciales de Gandia. Y ahora, finalizada la primera fase en el tiempo previsto y con el resultado bien a la vista, los populares no hacen más que pasearse indecentemente por la zona para intentar colgarse alguna medalla.

Mientras el PP de Torró dice que no a todo, e intenta paralizar a la ciudad, el Gobierno municipal mantiene invariable su hoja de ruta que pasa porque, en tiempos de crisis, Gandia continúe progresando y evitar en la medida lo posible los efectos colaterales que estos momentos tan difíciles tienen para los ciudadanos. Crear nuevas y más potentes medidas de protección social, invertir al máximo en obra pública que genera empleo y ayuda a reactivar la economía local y la de las empresas de Gandia son los ejes principales de la acción del Gobierno que lidera el Alcalde, José Manuel Orengo, para que Gandia esté posicionada en la primera línea de salida cuando la crisis pase, que pasará.

Invertir al máximo en obra pública con la doble finalidad de crear empleo y de seguir modernizando nuestra ciudad: reformando calles, construyendo la plaça del Tirant, renovando el paseo de la Germanías, construyendo dos nuevas escoletes infantiles municipales, recuperando el río Serpis para la ciudad, creando nuevos aparcamientos subterráneos como el de la plaça El·líptica-República Argentina, construyendo viviendas (más de 600 junto con el IVVSA y con el acuerdo con los promotores de Gandia para revertir vivienda libre en vivienda de protección oficial) para facilitar a las gandienses y los gandienses el acceso a una casa digna… todo un esfuerzo inversor de unos 150 millones de euros a pesar de la crisis y, sobre todo, de la oposición de PP.

Crear nuevas y más potentes políticas sociales acordes con la nueva y difícil situación económica que padecen tantos ciudadanos. Para ello, Gandia ha sido pionera al poner en marcha dos medidas innovadoras: la Renta de Emergencia Familiar, una ayuda económica municipal de la que se benefician 580 familias de Gandia y gracias la cual 174 gandienses que estaban en paro han encontrado, a día de hoy, un puesto de trabajo; y también el Programa SOS Vivienda, creado para evitar que ningún ciudadano de Gandia se viera obligado a ser expulsado de su casa por no poder pagar su hipoteca…

Y seguir modernizando Gandia. El Gobierno municipal está tomando decisiones estratégicas para el futuro de todos. Eso pasa por planificar el futuro Palau de Congressos que ha diseñado el prestigioso arquitecto italiano Renzo Piano en el muelle norte del Puerto y por construir, junto con la Generalitat, la primera línea tranviaria con la que contará Gandia, el Tramvia de la Mar (Gandia-Grau-Port-Platja), que va a conectar el centro histórico y comercial de la ciudad con la playa; que va a unir, mediante el más moderno medio de transporte urbano que existe, el comercio y el turismo, y que va ayudar a la dinamización de la economía local. Esta decisión estratégica para Gandia es comparable a la que en su día fue el inicio de la peatonalización del centro histórico de la ciudad. En aquel momento, como hoy con el proyecto de Renzo Piano y con el Tramvia de la Mar, la derecha local también estuvo en contra; que poco han cambiado en su intento de paralizar el progreso de Gandia.

jueves, 10 de septiembre de 2009

El Tranvía de la Mar: una nueva decisión estratégica para Gandia.



Gandia tiene ante sí otra oportunidad histórica para seguir posicionándose en el conjunto de la Comunidad y de España como una ciudad moderna, la más importante de la provincia –después de la capital, Valencia- y que siempre ha sabido estar un paso por delante respecto de otras ciudades. Esa oportunidad se llama hoy el Tranvía de la Mar, una infraestructura que responde a un proyecto integral que ha impulsado desde el Gobierno municipal, ha avalado el Consell de Participació Ciutadana y ha aprobado la Generalitat y que tiene una importancia estratégica porque va a conectar y va a acercar para siempre -mediante un medio de transporte moderno, de alta capacidad y de máxima calidad- los centros neurálgicos en los que se basa buena parte de la riqueza de nuestra ciudad: el centro histórico y el comercio con la playa y el turismo.

El Gobierno de Gandia está convencido de que el tranvía va a suponer un elemento clave de dinamización económica y social de la playa fuera de la temporada turística y, al mismo tiempo, va a revitalizar, durante el verano, al Centro Histórico y Comercial de la ciudad.

Como muy acertadamente explicó el alcalde, José Manuel Orengo, el pasado martes al anunciar que se ha encargado la redacción del proyecto básico para estudiar las alternativas factibles para prolongar el tranvía hasta el final de nuestra playa, se trata de conseguir que la playa de Gandia tenga vida durante todos los meses del año y acercar el turismo al centro comercial urbano durante el verano.

El Tranvía de la Mar, que en una primera fase conectará la estación de Renfe, el Grau, el puerto y la primera línea de la playa, es una infraestructura capital y objetivamente beneficiosa para toda la ciudad, para las gandienses y los gandienses y, en especial, para los sectores económicos que más inversión y riqueza generan: los hoteleros, los hosteleros, los restauradores, los comerciantes, las empresas de ocio…

Gandia siempre ha sabido aprovechar las oportunidades que se le han presentado para continuar progresando económica y socialmente. Sin ir más lejos, a mediados de los años 80 nuestra ciudad acertó plenamente al apostar por volver a implantar la Universidad en Gandia y, también, al acometer una reforma urbanística de gran calado que permitió recuperar para los ciudadanos el centro histórico. Nadie puede cuestionar que ambas apuestas han supuesto un beneficio indudable de generación de riqueza y de valor añadido para Gandia, a pesar del rechazo y de la crispación que provocó la iniciativa –inédita entonces- de peatonalizar el centro de Gandia. ¿Hay alguien hoy que quiera volver a ver circular los coches por la calle Mayor o por la plaça dels colomets? Aquello supuso una clara apuesta estratégica por el progreso de Gandia y, también, un cambio de mentalidad para muchos ciudadanos que hoy ya no renuncia a nada que mejore nuestra ciudad.

La nueva oportunidad que hoy se nos presenta y que el Gobierno municipal y toda la ciudadanía no se puede permitir dejar pasar es la de implantar la primera línea tranviaria que tendrá Gandia y que unirá el comercio y el turismo, el centro comercial abierto y la playa, y cuyo proyecto, respaldado por la Generalitat, ha abierto las puertas a otra línea tranvía que una el centro de Gandia, el nuevo Hospital comarcal y las poblaciones de sur de la Safor hasta Oliva.

Las decisiones estratégicas sólo las toman los gobernantes valientes. El Gobierno municipal apuesta por el progreso de Gandia mientras que la oposición del PP el Bloc, al alimón, se empecina en hacer descarrilar un proyecto estratégico para el futuro de nuestra ciudad y de todas las gandienses y los gandienses.

Que no tengan que pasar veinticinco años para que se den cuenta de lo equivocados que estuvieron algunos políticos al oponerse al Tranvía de la Mar y al sentir mayoritario de los ciudadanos.
Foto: Tranvía de Sóller ( Mallorca ).