miércoles, 13 de mayo de 2009

Palabra.


Es Lakoff quien nos enseña a crear “marcos” de comunicación, e incluso a no pensar en elefantes. Yo, sinceramente, cada vez estoy más confundido. Con la amplia escuela que se ha creado de supuestos especialistas y jóvenes expertos de la comunicación política, no sólo no dejamos de pensar en elefantes, sino que aparecen verdaderas llanuras del Serengeti, llenas de elefantes, cebras, ñus….

Un buen amigo me comentaba el otro día, que los políticos sólo tenemos dos elementos imprescindibles que siempre debemos conservar. Inicialmente, creía que en su reflexión se iba a centrar en los tópicos típicos de la socialdemocracia, la utopía, los valores, etc, etc… Pues no, fue mucho más sorprendente, o más claro, más básico, no acudió al aburrido manual de cualquier político. Afirmaba, que lo que una persona siempre debe conservar es, su palabra, como un elemento importante de su credibilidad. No puede una persona, en política o en la vida, que quiere ser creíble ir incumpliendo su palabra, sus compromisos con terceros. El segundo es la honestidad. Elemento bastante deteriorado tras los acontecimientos últimos que estamos viviendo.

Estos dos elementos, según él, son los que hay que mantener como base fundamental de una persona, incluso más allá de la política. Y cuando, en algún momento, por la circunstancia que fuese, pierdes alguno de estos elementos son muy difíciles de volver a recuperar, incluso en tu propia casa.

1 comentario:

Víctor Jiménez dijo...

"El secreto de la vida es la honestidad y el juego limpio, si puedes simular eso, lo has conseguido"

Groucho Marx